M de domingo

Otra vez me encuentro con la idea segura de que la inspiración o la reflexión muchas veces llegan cuando vamos tras ellas. Movernos revuelve las energías, forma y ordena nuevas ideas.

El té se enfrió y sabía que iba a pasar mientras acomodaba el espacio. ¿De dónde viene mi locura por el entorno y la necesidad de calor y armonía en los ambientes que habito? ¿creo mejor así? A veces pienso que mi estructura, mental y física, condiciona y limita mis acciones: no dibujo por exigencia, no muestro por inseguridad. “No está listo. No me sale como quiero, repito en silencio para mi.

Tal vez, lo que todavía no comprendí, es que lo que ES, es; y si acabado no está es porque entonces ES proceso y debe entenderse como tal. ¿Puede ser esa la versión final? ¿qué pasaría si entonces me centrara en el análisis del proceso y no en la ansiedad de un final -probablemente- idílico? Siguiendo con la idea, ¿puede ser el proceso un final o por definición se limitan? ¿Puede algo quedarse solo en el estado de proceso?

Cuando no nos soltamos, no fluimos; y cuando no nos permitimos, no somos. Y acá, no me detengo en la causa repetida sobre la mirada de los demás, sino pienso en el miedo electrizante que me genera desilusionarme. El miedo es una mierda: Miedo-Mierda. El subibaja de la forma M y las tres puntas.

¿Por qué busco una coincidencia tan chota? No la busque, de hecho cuando la inicial compartida me resonó fue inevitable no pensar en mi nombre y en descubrir ese juego de mierda que -obvio- me identifica con su empujón y bajada, con el impulso y el vacío.

“EEEEEE-MMMMM-EEEEE” suena a grito-arrepentimiento-grito. Todo al ritmo de tres compases. Tres puntas, tres compases, tres M. Como el jabón de ropa que le gusta a la abuela. Otra coincidencia de mierda. Y me río. Porque ahora así, estoy siendo más Tana infumable que nunca.

Se fue la inspiración y no sé por qué escribo con bronca. 00:30 de un domingo con Prelude No. 5 in A Mayor: Homenatge a Xavier Montsalvatge de Albert Guinovart de fondo. No tengo la mas puta idea quién es, pero es una canción más que está entre las tantas listas instrumentales que me bajan y me dan paz.

Llegué hace un rato.

Fui al teatro y vi gente expandirse. No habían gestos censurados. La exposición alejada de la vergüenza y la ficción de una realidad completamente expresada. Las muecas marcadas y los movimientos sentidos. El ritmo arrítmico de pasos coreografiados. La entrega de un sentir propio a otros. Exponerse y compartir. Escuchar. ¿Cuánto de todo eso podemos el resto de los mortales?

Amar-Respirar-Tener-Estar. Me quedo de nuevo en la idea de las primeras letras.

Escritos en una noche fría y rara. Pienso en si a este texto también lo lee. ¿Por qué me dio tanta bronca que me juzgara? Todavía me enoja.


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